Maravilla (hasta hoy no pude leerlo). Me parece una delicia así
leída toda seguida: luminosa y terapéutica. También por las
repeticiones, qué pocos poetas se permiten repetir en los textos y sin
embargo qué relajante me resulta la repetición en poesía: según avanzas y
te notas un poco sin agarraderos, un poco en el aire o en la oscuridad,
reconocer lo que ya había aparecido te da respiro, aasidero, paz, como
en la infancia volver a oír el cuento que ya te sabes, ¿a vosotras
también os pasa?
Lo de material
para escribir un cuento esta tarde, pues guay, pero vamos, que tal
cual yo lo leí como un poema, un increíble poema a varias manos y
cuerpos.
Gracias Ana por
la
transcripción.
Ma-ra-vi-lla
Sí, Eva, a mí también me sucede. Es curioso, le has dado palabras a una sensación, que en mi caso no lograba explicar... es mágico