28 de marzo de 2014

una célula en la yema del dedo meñique de mi mano derecha

Todo está bien, no hagas nada, sólo siéntate debajo de un árbol, de cualquier árbol. Todos los árboles saben estar.
No tienes que hacer nada, sólo siéntate e intenta estar. No quieras ser nada, no quieras sentir nada, no quieras nada, sólo intenta estar. Como está el árbol.
No tengas miedo. Escúchale. Permítele ser árbol a través de ti. Permítele que crezca poco a poco en ti, sin prisas.
Y cuando ocupe tu pecho podrás inclinarte, rendirte y entregarle tu cuerpo.
Sin hacer nada.




Hoy, 3 de noviembre de 2013, a las 9:45 de la mañana ha nacido una célula en la yema del dedo meñique de mi mano derecha.
Elisa Quero

22 de marzo de 2014

la vida misma guiada por el Espíritu, que no es nada postizo, nada puesto, no es un capuchón ni una capa, la vida misma, no es un añadido, no es la costra del arroz, sino que es el caldo

88. El ideal cristiano siempre invitará a superar la sospecha, la desconfianza permanente, el temor a ser invadidos, las actitudes defensivas que nos impone el mundo actual. Muchos tratan de escapar de los demás hacia la privacidad cómoda o hacia el reducido círculo de los más íntimos, y renuncian al realismo de la dimensión social del Evangelio. Porque, así como algunos quisieran un Cristo puramente espiritual, sin carne y sin cruz, también se pretenden relaciones interpersonales sólo mediadas por aparatos sofisticados, por pantallas y sistemas que se puedan encender y apagar a voluntad. Mientras tanto, el Evangelio nos invita siempre a correr el riesgo del encuentro con el rostro del otro, con su presencia física que interpela, con su dolor y sus reclamos, con su alegría que contagia en un constante cuerpo a cuerpo. La verdadera fe en el Hijo de Dios hecho carne es inseparable del don de sí, de la pertenencia a la comunidad, del servicio, de la reconciliación con la carne de los otros. El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura."
Evangelii Gaudium escrita por el papa Francisco [26 de noviembre de 2013]

lo citó Lourdes Azorín. Taller de Revisión de vida, 22 y 23 de marzo de 2014


# renovar nuestra visión íntima del mundo # este dinamismo que pretende la revisión de vida es un proceso de conversión, de metanoia, de cambio, de transformación y los procesos de transformación siempre levantan resistencia # se trata de hacer consciente el modo de operar cotidiano de las personas. Lo que sucede es que, como no tenemos educao este mecanismo, no solemos ver, no alcanzamos la realidad; usamos los dichos comunes, la opinión popular. Todas las veces que hemos actuado como personas conscientes y libres, lo que hemos hecho ha sido ver claramente un asunto, juzgarlo y actuar en consecuencia, y esto es liberador. La toma de conciencia es el primer paso para sentirse liberao, aunque no se pueda llegar a actuar significativamente. Darse una cuenta de una cosa importante de la propia vida, qué sé yo, por ejemplo en esto de los ERE de Proyecto Hombre, no negar la realidad y darse cuenta de lo que está pasando ahí. La mera acción testimonial me convierte en una persona que no está dejando que la vida le pase por encima.
# No son ideas, lo primero son vivencias, son motivaciones. El amor se cultiva en la vida. Lo primero es un pellizco en las tripas, donde se dan las vivencias más profundas. La gente se compromete para lo que desea, a la gente se le educa el deseo.
# Nos educan el deseo otros.  #

21 de marzo de 2014

a veces estamos aquí y a veces no. La intermitencia penetra hasta el mismo núcleo de nuestro ser. Es tan básico como la vida y la muerte, la existencia y la no existencia. No experimentamos la no existencia, los momentos entre la existencia; no hay manera de percibir esos momentos como tales. Pero aceptar su presencia airea la vida y baña el mundo de luminosidad {Nathaniel Dorsky}


Mientras uno no se compromete, hay vacilación, la posibilidad de echarse atrás y siempre ineficacia. En todos los actos de iniciativa (y creación) hay una verdad elemental cuya ignorancia mata incontables ideas y planes espléndidos: en el momento en que uno se compromete categóricamente, interviene la Providencia. Ocurren todo tipo de cosas útiles que de otro modo jamás hubieran sucedido. De la decisión mana un torrente de acontecimientos que hacen surgir en favor de uno todo tipo de sucesos y encuentros y asistencia material imprevistos, que ningún hombre ni mujer habría soñado con encontrarse en el camino. Sea lo que sea que puedas hacer o soñar, comiénzalo. La osadía posee genialidad, poder y magia. Comiénzalo ahora. [Goethe & Ian Hamilton Finlay] lo citó Rafael SMP

14 de marzo de 2014

de lo que ya nunca será

Rumi se quedó entre nosotras para oficiar el matrimonio entre el mar y nosotras, creo que todas deseamos casarnos en ese momento con ese mar, por diós!!!!

María Luisa Amador Mas

12 de marzo de 2014

se empieza siempre siendo muy vieja

El poeta está siempre en camino, de viaje; es más, en todo viaje interesante siempre tiene que haber un poeta, porque el poeta representa el espíritu de aventura y, sin embargo, la paradoja es que el poeta como el eje que es capaz de mover el mundo, se mueve sin cambiar de sitio, como un eje, y el poeta permanece siempre también en su jardín, que es el cuidado del lenguaje, el lenguaje.

lo dijo María Antonia Ortega de Verónica Aranda

7 de marzo de 2014

le has dado palabras a una sensación

Maravilla (hasta hoy no pude leerlo). Me parece una delicia así leída toda seguida: luminosa y terapéutica. También por las repeticiones, qué pocos poetas se permiten repetir en los textos y sin embargo qué relajante me resulta la repetición en poesía: según avanzas y te notas un poco sin agarraderos, un poco en el aire o en la oscuridad, reconocer lo que ya había aparecido te da respiro, aasidero, paz, como en la infancia volver a oír el cuento que ya te sabes, ¿a vosotras también os pasa?

Lo de material para escribir un cuento esta tarde, pues guay, pero vamos, que tal cual yo lo leí como un poema, un increíble poema a varias manos y cuerpos.

Gracias Ana por la transcripción.

Ma-ra-vi-lla

Sí, Eva, a mí también me sucede. Es curioso, le has dado palabras a una sensación, que en mi caso no lograba explicar... es mágico