Todo está bien, no hagas nada, sólo siéntate debajo de un árbol, de cualquier árbol. Todos los árboles saben estar.
No tienes que hacer nada, sólo siéntate e intenta estar. No quieras ser nada, no quieras sentir nada, no quieras nada, sólo intenta estar. Como está el árbol.
No tengas miedo. Escúchale. Permítele ser árbol a través de ti. Permítele que crezca poco a poco en ti, sin prisas.
Y cuando ocupe tu pecho podrás inclinarte, rendirte y entregarle tu cuerpo.
Sin hacer nada.
Hoy, 3 de noviembre de 2013, a las 9:45 de la mañana ha nacido una célula en la yema del dedo meñique de mi mano derecha.
Elisa Quero