13 de julio de 2015

creo que los alemanes no quieren que salgáis del euro, lo que quieren es quedarse con vuestras playas con vuestro dinero con vuestra vida


Los Griegos, a los cuales me limitaré para abreviar, revocaron la piedra obscura del Templo de Egina y pintaron el mármol blanco del Partenón con colores muy vivos; y habiendo mandado los estudios de restauración de estos edificios hace algunos años a París, llenaron de asombro y se consideraron como absurdos, por no comprender cómo pueblo de tan buen gusto pudiera pintar con colores tan chillones; y este juicio se explica muy bien por haberlos tenido que juzgar dentro de una atmósfera como la de París. Si lo hubieran hecho en Grecia, habrían visto que los monumentos se destacan sobre un cielo tan puro, de azul tan intenso, que parece de añil, y sobre el fondo de sus montañas rojas, anaranjadas, o moradas, según la hora, y se hubieran explicado que los colores tan fuertes de sus fachadas se armonizaban perfectamente con los del fondo. Este bien sentir de pueblos tan artistas, nos da la norma de lo que debemos hacer, que es estudiar las entonaciones de la atmósfera y fondo para combinar el aspecto exterior de los edificios con los materiales y colorido de los revocos.